Esta semana ha sido un poco locura, en todos los sentidos. Inmersos ya en plena vuelta al cole y en cierta presencialidad laboral después de seis meses, he de reconocer que en algún momento más que cansada estaba saturada de todo. Así que cuando desde Sprinter me propusieron asistir a dos talleres online, pensé: "esta es la mía para desconectar un ratito". Y encima, con Beatriz Pérez de Va de cuentos. Vamos, un caramelito.
Han sido dos sesiones divertidísimas, supuestamente de una hora de duración, pero nos alargamos porque Bea tenía tantísimas cosas que contarnos, que la hora se pasaba volando, y ahí seguíamos, pidiendo más.
Pero, ¿en qué consistían los talleres? Sprinter cada año propone una serie de actividades. Este año, bajo el lema de "Aburrigym", organizó dos talleres online en colaboración con Va de Cuentos: "Gestión del aburrimiento en peques para papás y mamás". La idea era ofrecer una serie de pautas y herramientas a los padres para afrontar esa frase tan repetida en estos últimos tiempos de confinamiento: "¡Me aburro!".
Y ya os adelanto que los talleres fueron de todo menos aburridos. La primera sesión llevaba por título "La importancia de aburrirse: desarrollo creativo y autonomía en niños y niñas". Mi primera impresión al comenzar la charla fue que no andaba desencaminada en algo que pienso desde hace mucho tiempo: los niños tienen que aburrirse de vez en cuando. ¡Y no pasa nada! Tenemos esa presión social de que tenemos que estar haciendo cosas todo el rato y parece que si paramos y no hacemos nada, ya estamos perdiendo el tiempo. Si a eso le sumamos el sentimiento de culpabilidad que se nos crea a los padres cuando oímos las temidas palabras "me aburro", pues ya lo tenemos todo. Es importante saber aburrirse y no pasa nada.
Como bien nos decía Bea, no se trata de que los padres nos convirtamos en animadores de ocio y tiempo libre de nuestros hijos (que para eso ya hay profesionales estupendos). Pero sí es importante que acompañemos a nuestros hijos emocionalmente y sepamos ayudarlos a canalizar sus sentimientos.
Aburrise es importantísimo. Hasta que no te aburres, no sabes salir del aburrimiento. Uno de los principales problemas que tenemos hoy en día es que estamos sometidos a tal bombardeo de información, que estamos tan acostumbrados a las novedades, siempre conectados, que no sabemos gestionar el tiempo libre.
He de confesar que yo no recuerdo la última vez que me aburrí (sin contar que me haya quedado durmiendo porque alguna peli me aburría hasta darme sueño). Me gustó una frase de Bea que resumía bien mi vida (y la de muchos): "No nos da para aburrirnos". Aunque esa frase a mí me la suelen decir bastante. A saber: madre de tres criaturas y trabajos varios. Pues eso, que aburrirnos en casa lo justo.
A lo largo de esta primera sesión también hablamos sobre la necesidad de parar, puesto que los niños están sobreestimulados; sobre la gestión de la frustración y de cómo el cerebro se activa y la creatividad que surge del aburrimiento.
La segunda sesión estuvo dedicada a "Dinámicas, cuentos y juegos para gestionar el aburrimiento". Además de recomendarnos lecturas maravillosas, Bea nos leyó algunos de sus cuentos favoritos. La creatividad fue la protagonista en esta sesión. Estoy de acuerdo con Bea en que "estamos programados para hacer las cosas de una determinada manera". ¿Qué pasa si nos salimos del guion marcado? Pues que no lo podemos pasar en grande. Nos contó algunas de sus experiencias, como el juego de los espaguetis de colores, pintar con todo el cuerpo o las experiencias puestas en marcha por Va de Cuentos como los "Laboratorio de imágenes del MACA" (que ahora también las podéis seguir online).
Por cierto que con uno de los cuentos que leyó en directo tenemos en casa una anécdota que compartí en el taller con el resto de compañeros y no me resisto a contárosla a vosotros también. El cuento en cuestión es "Un libro", de Hervé Tullet. Para los que no lo conozcáis, se trata de un libro muy sencillo que empieza con una ilustración de un punto de color y el autor te va dando una serie de instrucciones de lo que tienes que hacer con el punto. Tienes que pulsarlo (y en la siguiente página se multiplica); o agitar el libro (y en la página siguiente se han desplazado todos los puntos); o soplar; o moverlo... En fin, que siendo mi hija mediana muy pequeña un día cogió ella sola el libro de la estantería y... ¡Se puso a llorar! Pensaba que había roto el libro porque pasó varias páginas seguidas y la magia del cuento se había estropeado. ¡Qué disgusto! (Nota mental: si tenéis este cuento en casa, no dejadlo al alcance de los niños).
En fin, han sido dos sesiones maravillosas de la mano de Sprinter y Va de Cuentos, en las que he aprendido muchísimo sobre el aburrimiento, aunque no me haya aburrido nada. Y antes de marcharme, os dejo un pequeño listado de los libros que recomendó.
-"Colores", de Hervé Tullet. Editorial Kókinos.
-"Un libro", de Hervé Tullet. Editorial Kókinos.
-"Soy un blop", de Hervé Tullet. Editorial Kókinos.
-"Sentimientos encontrados", de Elena Odriozola. Ediciones Modernas El Embudo.
-"El arte de saber aburrirse", de Sandi Mann. Plataforma Editorial.
-"¿Sales a jugar?", de María Pascual. Editorial Narval.
-"Juguetes de la naturaleza", de Christine Armengaud. Saga Editorial.
-"Me aburro", de Shinsuke Yoshitaka. Editorial Pastel de Luna.
-"Elogio de la educación lenta", de Joan Domenech Francesch. Editorial Grao.
-"Un gran día de nada", de Beatrice Alemagna. Editorial Combel.
-"¿Te aburres, Minimoni?", de Rocío Bonilla. Algar Editorial.