Bueno, en realidad hoy no. Comimos ayer unas riquísimas albóndigas. Y es que tenemos que ver el lado positivo de las cosas y en este caso es que ahora tenemos más tiempo para cocinar (y hacer las fotos y redactar posts de cocina, que los tenía un poco abandonados). Y como veo que os apetecen este tipo de propuestas (no hay más que ver la cantidad de visitas que está recibiendo el post de la coca de mollitas), pues si queréis desde aquí os compartiremos algunas de nuestras recetas favoritas. ¡Comenzamos!
Ingredientes
*Para las albóndigas.
Carne picada.
Huevo.
Pan rallado.
Perejil.
Sal.
Pimienta.
Ajo.
Harina.
*Para la salsa.
-Tomate triturado.
-1 cebolla tierna.
-2 carlotas.
-Guisantes.
-Vino blanco o jerez.
-Aceite.
-Sal.
-Pimienta.
-Agua.
Elaboración
Para hacer las albóndigas (que también tenéis la opción más cómoda de encargarlas en la carnicería), simplemente se deben mezclar en un bol todos los ingredientes y hacer bolas del tamaño que queráis.
Una vez que las tenéis hechas, se rebozan en harina y se fríen en una cazuela con aceite hasta que estén doradas.
Las retiráis y en ese mismo aceite (añadiéndole un poco más) se fríe la cebolla cortada a trocitos.
Cuando esté pochada, se añade el tomate y la sal. Se deja freír el tomate un poquito y a continuación echáis los guisantes y las carlotas (también cortadas a trocitos).
A la vez se añade un vaso de agua y el vino blanco.
Por último, cuando la carlota ya esté blanda, se vuelven a poner las albóndigas que teníamos reservadas para que terminen de cocinarse en la cazuela con la salsa, con un poquito de sal y pimienta.
Si la salsa se queda muy líquida, se puede espesar añadiendo poco a poco harina. Un acompañamiento perfecto son patatas fritas y, por supuesto, ¡no puede faltar pan para mojar en la salsa!