Hace algunas semanas recibimos en casa la primera entrega de la colección Princesas Dragón. Teníamos muchas ganas de leerlo porque nos habían recomendado su lectura diferentes amigas. Yo confiaba en que con esta colección mi hija mediana se reconciliara con el hábito de leer. Y desde este momento os digo... ¡objetivo conseguido!
Yo no sé qué les pasa a los niños (o por lo menos, en casa van dos de tres, y porque la pequeña empieza ahora a leer), que pasan una época de desconexión de la lectura. El mayor consiguió volverse a reenganchar con personajes como Pablo Diablo o el Capitán Calzoncillos. Y por supuesto, ahora ya no puede pasar sin Harry Potter. Así que mi esperanza era que con la mediana pasara lo mismo: que encontrara algún libro que consiguiera volver a motivarla.
Así que cuando cayó en nuestras manos "El misterio del huevo dorado" de Pedro Mañas supe enseguida que esta era la colección que le iba a gustar. Porque si esperáis encontraros con las princesas tradicionales, este no es vuestro libro (o sí). Supuestamente las protagonistas son eso mismo, princesas "de las de siempre", de las que se espera que se casen con su príncipe azul. Y así es precisamente como empieza la historia. Pero ¡ay! Es que las princesas modernas son diferentes...
Esta primera entrega (ya van por la quinta) nos presenta a las protagonistas de estas nuevas aventuras: Bamba, Koko y Nuna. Unas princesas muy distintas entre sí, pero que juntas consiguen... ¡convertirse en un dragón! Deberán a hacer frente a Gúgol, un poderosísimo mago, que resulta ser de todo menos lo que Bamba admiraba. Y a unos niños ladrones. Y por supuesto, no falta un príncipe, Rosko, pero que tampoco es lo que parece.
Cada noche leíamos un rato (en realidad fueron cuatro noches, porque el final de cada capítulo hacía que quisiéramos seguir leyendo). Especialmente divertida fue la parte del concurso de princesas, entre otras cosas porque las ilustraciones de Luján Fernández son geniales: ingeniosas, llenas de colorido y muy gráficas (con dragón con cara de gatito incluido). Mis hijas se identificaban con cada una de las situaciones narradas y cada una tiene su princesa favorita.
Como adulta, me quedo con una de las frases de Pedro Mañas (puesta en boca de la princesa Nuna) y que comparto plenamente: "Leer es otra forma de volar". ¡Cuánta razón tiene! Leer nos transporta a otros mundos, nos da otra perspectiva de la vida y nos ayuda a crecer como personas.
Un libro estupendo en el que quedan perfectamente reflejados diferentes valores, como la amistad, el compañerismo y el respeto. Una historia que engancha a los más pequeños desde el primer momento, con un desenlace inesperado. Nosotros no nos hemos podido resistir, y ya estamos con las siguientes entregas...
Yo no sé qué les pasa a los niños (o por lo menos, en casa van dos de tres, y porque la pequeña empieza ahora a leer), que pasan una época de desconexión de la lectura. El mayor consiguió volverse a reenganchar con personajes como Pablo Diablo o el Capitán Calzoncillos. Y por supuesto, ahora ya no puede pasar sin Harry Potter. Así que mi esperanza era que con la mediana pasara lo mismo: que encontrara algún libro que consiguiera volver a motivarla.
Así que cuando cayó en nuestras manos "El misterio del huevo dorado" de Pedro Mañas supe enseguida que esta era la colección que le iba a gustar. Porque si esperáis encontraros con las princesas tradicionales, este no es vuestro libro (o sí). Supuestamente las protagonistas son eso mismo, princesas "de las de siempre", de las que se espera que se casen con su príncipe azul. Y así es precisamente como empieza la historia. Pero ¡ay! Es que las princesas modernas son diferentes...
Esta primera entrega (ya van por la quinta) nos presenta a las protagonistas de estas nuevas aventuras: Bamba, Koko y Nuna. Unas princesas muy distintas entre sí, pero que juntas consiguen... ¡convertirse en un dragón! Deberán a hacer frente a Gúgol, un poderosísimo mago, que resulta ser de todo menos lo que Bamba admiraba. Y a unos niños ladrones. Y por supuesto, no falta un príncipe, Rosko, pero que tampoco es lo que parece.
Cada noche leíamos un rato (en realidad fueron cuatro noches, porque el final de cada capítulo hacía que quisiéramos seguir leyendo). Especialmente divertida fue la parte del concurso de princesas, entre otras cosas porque las ilustraciones de Luján Fernández son geniales: ingeniosas, llenas de colorido y muy gráficas (con dragón con cara de gatito incluido). Mis hijas se identificaban con cada una de las situaciones narradas y cada una tiene su princesa favorita.
Como adulta, me quedo con una de las frases de Pedro Mañas (puesta en boca de la princesa Nuna) y que comparto plenamente: "Leer es otra forma de volar". ¡Cuánta razón tiene! Leer nos transporta a otros mundos, nos da otra perspectiva de la vida y nos ayuda a crecer como personas.
Un libro estupendo en el que quedan perfectamente reflejados diferentes valores, como la amistad, el compañerismo y el respeto. Una historia que engancha a los más pequeños desde el primer momento, con un desenlace inesperado. Nosotros no nos hemos podido resistir, y ya estamos con las siguientes entregas...
Ficha técnica
Título: Princesas Dragón. El misterio del huevo dorado.
Autor: Pedro Mañas Romero.
Ilustraciones: Luján Fernández Méndez.
Colección: Princesas Dragón.
Edad recomendada: 6-9 años.
Edad recomendada: 6-9 años.
Páginas: 104.
ISBN: 9788467590548.