Bueno, a lo mejor el título es un poco pretencioso. En realidad debería ser algo así como "Mis lugares favoritos para ver las procesiones en Alicante" o "Momentos que no te puedes perder de la Semana Santa alicantina". Pero eso es muy largo para un título.
La idea de este post me la dio hace unos días un amigo, que me comentó que iban a venir unos amigos suyos alemanes a pasar las vacaciones y quería enseñarles cosas típicas de la zona. Me dijo que los quería llevar a Santa Cruz a ver la bajada de la procesión y yo le pregunté: ¿y qué más? Pues poco más sabía de la Semana Santa de Alicante (por cierto, la subida a Santa Cruz también es muy bonita).
Y la verdad, con la cantidad de momentos especiales que tiene la Semana Santa en Alicante, me propuse compartirlos con vosotros. En algunos coincidiréis y otros los desconoceréis. Pero son algunos de los sitios desde los que a mí me gusta disfrutar de las procesiones y del ambiente que se vive en ese momento.
Es imposible que hable de todas las cofradías y hermandades: disculpadme, pero en este post no es mi intención hacer un recorrido por cada una (aunque si queréis, no tengo inconveniente en publicar una guía rápida con horarios y demás). Solo os contaré algunos de mis momentos favoritos.
No suelo ver ninguna procesión en la Carrera Oficial, a excepción de la del Domingo de Ramos (bueno, y ahora tampoco la veo, porque los últimos años salgo acompañando a los nenes con sus palmas). La verdad es que la estampa de todas las palmas en la Rambla es realmente bonita. Eso sí, os recomiendo que si vais con niños pequeños, no olvidéis ni el agua ni la protección solar, porque el sol y el calor a esas horas se acusa.
El Casco Antiguo es, sin duda, mi lugar favorito para ver a todas las cofradías que salen de la Basílica de Santa María o de la Concatedral de San Nicolás. Además, no hay aglomeraciones y se puede ir con niños tranquilamente (yo he ido hasta con el cochecito algunos años). El Martes Santo me gusta ver al Cristo del Mar y a San Juan de la Palma en el giro de la calle San Agustín con Montengón. O a Nuestro Padre Jesús en los alrededores de San Nicolás. El Miércoles Santo no me pierdo en diferentes calles el recorrido del Cristo del Divino Amor y la Soledad (la marinera).
Una procesión que no me pierdo ningún año es la del Cristo del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza. Me gusta mucho verla en la calle del Pozo (en San Antón) y cuando gira por la calle Concepción (con la dificultad que entraña la empinada cuesta que tienen que bajar). Mis hijos, cariñosamente, la llaman "la Virgen del Brinco", por "la levantá" que hacen los costaleros cada vez que retoman el camino.
El Jueves Santo no os podéis perder en cualquier momento de su recorrido la procesión de la Santa Cena, porque llevan el paso más grande de toda la Semana Santa.
Uno de los momentos más bonitos y solemnes es la salida de la procesión del Silencio. Os recomiendo que vayáis a ver la salida. Se apagan todas las luces de la plaza de Abad Penalva y la salida por la Puerta Negra de la Concatedral congrega a muchísima gente (yo me quedo en la plaza con los nenes).
El Viernes Santo os recomiendo ver a la Soledad en la calle Labradores: el trono, con palio, desfila muy justo por esa calle y hay que estar completamente pegado a la pared para que puedan pasar, pero merece la pena. Y si nos os importa que se os haga un poco tarde, su llegada a la Basílica de Santa María, subiendo con los últimos esfuerzos por la cuesta de Villavieja os gustará.
Y para terminar, a mis hijos les encanta ir el Domingo de Resurrección a la plaza del Ayuntamiento a ver (y coger, por supuesto) las aleluyas que se lanzan desde los balcones del Ayuntamiento.